
Resumen.
Desconectarse del trabajo durante las vacaciones suena mucho más fácil de lo que realmente es. Las culturas de algunas empresas esperan que se mantenga conectado, responda a los correos electrónicos o asista a las reuniones para que la empresa siga adelante. Sin embargo, las investigaciones y los comentarios que se remontan a la década de 1910 muestran que tomarse vacaciones (es decir, desconectarse por completo del trabajo) es fundamental para reducir el agotamiento, aumentar la energía y el compromiso y mejorar la salud y el bienestar generales, lo que a su vez se traducirá en una productividad más constante. Entonces, ¿cómo puede dejar de trabajar durante sus vacaciones para conseguir todas estas ventajas? El autor comparte cinco consejos para establecer límites firmes de una manera profesional.Un cliente mío, «Steve», no se había ido de vacaciones de verdad en más de 10 años. Claro, había viajado con su familia. Pero como alto ejecutivo de operaciones, siempre sintió que tenía que permanecer conectado porque, inevitablemente, algo surgía mientras estaba acostado en un sillón en algún lugar lejos de la oficina. Así que revisaba sus correos electrónicos todas las mañanas y noches, atendía las llamadas que era necesario y trabajaba sus «vacaciones» en el trabajo, es decir, hasta que se agotó. «Volví a la misma cinta sin recargarla. Mi nivel de energía seguía bajando con cada vacación que me perdía y, entonces, tocaba fondo». Se dio cuenta de que apenas podía levantarse de la cama, temía los lunes por la mañana y no tenía paciencia con sus hijos. «No me gustaba quién era ni cómo estaba con mi familia o en el trabajo».